martes, 24 de mayo de 2011

Seis.



Sumida en lo mas profundo de mi escondite, pensando en aquel momento, con la cabeza en el cielo pensando en angeles. En uno en concreto. En su olor, en su mirada, en su risa, definitivamente, pensando en Gabriel. En un recuerdo ya borroso, lejano. Perteneciente a la niñez. El angel, cuidandome como siempre, mi guardian. Yo lloraba, me caí de la pequeña bici bh, una de las antiguas, con los radios de las ruedas anchos. Entonces, el se acercó a mi.
- Que te pasa? - preguntó ayudandome a levatar.
- Que me he caido, y me he hecho mucho daño - y la niña, rompió a llorar.
- No llores, ven que te llevo hasta ese banco - me dijo mientras me cojía en brazos. - ¿Como te llamas?
-Samantha. - contesté entre sollozos. - ay!, me dule muchisimo. Y tu, tu quien eres ? - le pregunte curiosa.
- Yo soy Gabriel. ¿Dondé esta tu mamá?

Y desde ese momento, Gabriel, no dejó de salvarme. Siempre que lo necesitaba estaba ahí. Conmigo. Aparecía siempre en el momento oportuno para salvarme. Desde los 5 años, hasta ahora a los 17. Era mi angel guardián.
Volviendo a un recuerdo mas actual.
Me encontraba yo aqui, en mi escondite. El es el único, bueno aparte de Ben. Que sabe donde está. Estaba dolida, porque me acababa de enterar de que el y ella estaban juntos. Eso me partió. Entonces mi angel vino en mi ayuda.
Trajo un dvd portátil, con como no, mi pelicula favorita. El diario de Noah. Una pelicula romántica con la que, siempre que la veo, lloro. Y era lo que necesitaba. Desahogarme con una dosis de amor. Osea, estoy sufriendo por amor, y me veo una pelicula en la que sufren por amor. Definitivamente parezco masoquista. En fin.
Y bueno también me trajo ¡un bote de helado de vainilla! Si, adoro llorar con una buena dosis de helado. Los americanos si que me entienden.
Y asi, mi angel. Me salvo de la amargura. Consiguió, durante dos horas, desbiar mis pensamientos. Yo era como una hermanita, y el me tenia que cuidar.




EL DIARIO DE NOAH.




Basada en el libro de Nicolas Sparks "The Notebook".


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sábado, 7 de mayo de 2011

Cinco.



Sumida en lo mas profundo de mi escondite pensando en aquel momento, en ella, la traidora. Estaba lloviendo, hacia como dice mi abuela un día de perros. Sonó el timbre, me dirigí corriendo hacia la puerta esperando y deseando que fuera ella, que me trajera noticias sobre él. Abrí la puerta y Sii! alli estaba ella completamente mojada. Me abalancé sobre ella y empece a acribillarla a preguntas mientras la introducia rapidámente drentro de mi casa y le quitaba yo misma el abrigo.
- Bueno que ha dicho ? Que ha dicho ? Que ha dichooo - pregunté una y mil veces.
- Jaj espera dame tiempo sentémonos en el sofa. - su tono de voz me extraño bastante, pero no lo presté mucha atención.


Recordaba cuando lo conocí. Estaba el alli, en la barra del bar, fue un flechazo, al menos para mí. Me quedé inmovil en la puerta, observándolo y felicitando en mi mente a la dueña por aberlo contratado. Nuestras miradas se encontraron y yo me ruborice. Me dirigí hacia la barra mirando a otro lado, me habia puesto totalmente nerviosa.
- Que deseas? -preguntó amablemente. A tí pensé yo, ovbiamente no lo dije.
- Una cocacola pero en lata para llevar !
- Tan pronto te vas ? - consiguió volver a ruborizarme.
Me tendío la cocacola, pagué y me fui.


La mire a ella esperando respuestas. Me estaba impacientanto.
- Bueno que te a dicho ?
- Sam, pues ha dicho que.. - parecia que lo hacia adrede, o lo soltaba ya o me la como !
- Que, que a dicho ?
- Que.. siii !!!!!!!! - dijo sonriendome y saltando a la vez que yo chillaba alegre como si me acabaran de sacar del manicomio.
- No me lo puedo creer, ha dicho que si !! - Tenia una cita con el. Se me bajo el subidón derrepente.
- Que pasa? - me preguntó ella preocupada.
- Oye, no pasará lo mismo de siempre verdad? No te entrometeras ?
- Parece mentira que no me conozcas. - se lo preguntaba justamente por eso, porque la conozco bastante bien. - te jure que jamas pasaria otra vez, eres mi mejor amiga, jamas te aria otra vez daño de esa forma.- La mire a los ojos, la creia de verdad, o, queria creerla. Intente pasar del tema y voler a mi estado de excitación.
-Vale. - y me cojí un cojín y me abalance sobre ella riendo.
Vino mi madre, le pregunto que si se quedaba a cenar, y yo respondí entre carcajadas y golpes blanditos que si.
Ella era mi mejor amiga.


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jueves, 5 de mayo de 2011

Cuatro.


Sumida en lo mas profundo de mi escondite pensando en aquel momento, en aquella llamada que recibí de Miranda. Mi amiga, toda euforica, alegre en el fondo, algo irritada tambien. Me empezo a relatar su historia.
"Estaba sentada en la terraza del café Grecia. Penny llegaba tarde otra vez. Contemplaba a las personas caminar por la acera. Habia señores trajeados con su típica corbata y su ridículo maletín. Veía a lo lejos de la calle como Penny caminaba con cierta danza, llevaba sus cascos puestos y seguramente estaria escuchando la nueva canción de Faber Drive, que trata sobre las segundas oportunidades. La gente se merece segundas oportunidades, en eso estoy deacuerdo completamente.
- Ya era hora ! - reprimí.
- Lo siento! Lo siento! Me e quedado dormida.
- Son las 5, ¿Desde cuando te echas tu las siesta un sabado?- pregunté interesada.
- Nunca, pero no sabia que hacer.
-Perdonen señoritas que deseais ? -pregunto el camarero.
A ti pensé, pero me limite a decir:
- Yo una cocacola.
- Yo una tonica.
- Ahh sin hielo ! - le grite mientras desaparecia hacia dentro del cafe. Espero que me haya oido.

Nos trajeron las bebidas. Empezamos a hablar. Reiamos, chillabamos. En la mesa de al lado, habia unas viejecillas que no paraban de mirarnos mal. Seguramente sus maridos no las aguantan, menuda cara de amargadas. Y cotillas! No paraban de mirarnos y hablar a cuchicheos.
- Perdone, esto es para usted - Dijo un repartidor entregandome una rosa roja. Preciosa.
- No, lo siento, creo que se ha equivocado. - le dije totalmente convencida.
- Ve a ese chico de ahí ? - Giro la cabeza y veo una cara que me suena y veo que me saluda, pero ¿quien es? ahora no caigo. - El me ha mandado que te entregue una. Me la da, y se va. Me quedo mirando la rosa, la verdad es que es preciosa. Me levanto y me dirijo hacia el chico.
- Perdona, pero esto es tuyo. - Le digo mientras le entrego la rosa.
- No, te la regalo yo - Dice sonriendo. Esa sonrisa, es el idiota del balón ! Seguro, esa sonrisa, con una dentadura perfecta y blanca, como dice Sam. Estoy segura es él.
-No quiero nada de un idiota que anda dando balonazos. - Le dije lo mas borde posible. Y se la deje entre sus brazos y me fui.
Penny me siguió. Nos habiamos ido sin pagar. Pero eso ahora no me preocupaba en absoluto.

- Espera Miranda. Estaba esto en la mesa se debió de caer de la rosa.
Era una tarjeta. Me la tendió y la abrí. Comence a leer en voz alta.
- "Encontramos unas rosas, eran sus rosas, eran mis rosas, a ese viaje lo llamabamos amor. Benjamin."- la rompí en mil pedazos.
Penny me observaba, pero no dijo nada."

Yo tampoco dije nada, no la pregunte porque rompió la carta. La entendia. Entendia su miedo. Pero me alegro de que haya conocido a ese Benjamin. Seguro que le hace olvidar ese profundo y doloroso miedo al amor. Estoy segura de que Benjamin lo conseguirá.



--Cita de tarjeta: Dino Campana&Sibilla Aleramo. Un viaje llamado Amor--






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martes, 3 de mayo de 2011

Tres.




Sumida en lo mas profundo de mi escondite, pensando en aquel momento, en aquel feliz instante. Estabamos sentadas en la playa, señalando al horizonte y debatiendo sobre si se podria alcanzar alguna vez. Sobre si el horizonte puede llegar a ser conocido, a ser visitado. Reiamos mientras nos imaginabamos cosas completamente absurdas.
- Pues yo creo que en el horizonte hay dundes con calderos llenos de oro ! - Dijo Penny.
- Jajaja, Penny eso es en los arco iris ! No en el horizonte. El horizonte no es real, es como el amor, algo imaginario. - Añadió Miranda con un vaivén de sentimientos.

Nos quedamos las tres en silencio, pensando en lo que Miranda había dicho. Observando en la playa como jugaban un partido de boley. Como unos ancianos estaban juntos tomando el sol en la arena semicubiertos por una sombrilla a rayas blancas y negras con unas letras verdes en las que ponía lo que seria la marca.
- Ahh ! - exclamó Miranda dolorida llevándose la mano a la cabeza. Un chico se acercó corriendo hacia el balón - Pero eres idiota ! Ten mas cuidado !
- Perdón, pero te he visto y quería acercarme a verte de mas cerca. - Confesó aquel muchacho, sonrió como yo creo que nunca había sonreído antes, tenia una dentadura perfecta y blanca. Acaparó el balón y se fue triunfante. Miranda se quedo con la boca completamente abierta.

- El amor no existe verdad ? - Añadí yo con ligera ironía.
- Eheh eessso noo es amor ! Es solo un idiota ! - Dijo tartamudeando mientras se ruborizaba completamente. Nos echamos las tres a reír como locas.

Miranda ha sufrido mucho anteriormente por el amor. Se enamoró de un chaval al que ella le daba todo, lo adoraba, y se dejaba levar por el, hacia todo lo que le mandaba,la aparto de sus amigas, él era su mundo. Y eso la llevo a su perdición. Cuando el cortó con ella la derrumbó completamente. Prácticamente murió. Se había quedado sola. Sin nadie a quien recurrir. Penny y yo la encontramos en el parque bajo la sombra un árbol. Llevaba ahí una semana durmiendo. Sus padres la abandonaron cuando ella eligió estar con aquel chico. Así fue como la conocimos, rota, malgastada, dañada. Le preguntamos que si tenia algun familiar al que poder avisar de que estaba bien. Avisamos a sus tios, que se quedaron perplejos al verla en ese estado. Ya que ellos no sabian nada de que su hermana-yerno la habian echado de casa. Le dieron alojamiento y ahora son como unos padres para ella. Quien, consiguio casi superar aquel desendaño y se fue abriendo a nosotras poco a poco.


miércoles, 20 de abril de 2011

Dos.


Sumida en lo mas profundo de mi escondite, pensando, en aquel momento, en aquella persona especial. No es como los demas, con el me siento diferente, me siento, nose como me siento. Pero se que la sensacion es diferente a la de cualquier otro. Lo conocia desde hace varios años, pero era algo mayor que yo, para el yo,soy como su hermanita a la que tiene que cuidar. El se llama Gabriel, tiene hasta nombre de angel. Cuando lo miro me olvido de todos los problemas a los que me enfrento, me olvido de el, y de ella. Solo puedo pensar en Gabriel y entonces todo mi mundo gira a su alrededor. Todo se centra en el, todas mis acciones. Aun conservo el recuerdo de aquella fiesta. Yo estaba con Penny y entonces el entro y todo se volvio Gabriel. Yo habia bebido de mas, y tuvo que llevarme a casa.
- Sam, debes de empezar a controlarte, has bebido demasiado! - me dijo con aire de preocupacion.
- Ya ya pero esque estaba tan feliz que merecia celebrarlo! - mentí, estaba totalmente destrozada, por culpa de el, de ella, de ellos. Cuanto los odiaba.
- Vamos que te llevo a casa
- Mmm en tu coche? Y luego subiras a mi habitación? - dije con indirectas. Se rió. Yo le resultaba graciosa.
Iba conduciendo por la calle principal, yo estaba con los ojos cerrados agarrandome al asiento porque tenia la sensación de que se inclinaba y me caia.
Paró el coche al llegar a casa. Me ayudo a bajar y yo me estreche entre sus brazos. Nos quedamos mirandonos y se volvio a reir. Definitivamene tiene un problema muy serio.
- Por que te ries? - pregunte algo mosqueada.
- Porque me haces mucha gracia. - Me dijo asi sin mas.
- Pues vete a reirte a otra parte. Adios - dije deshacioendome de sus brazos. Se volvio a reir.
- Sam espera, Saaam. - Corrio hacia mi y me giró hacia el.
- Hasta mañana. - Me beso en la frente y se quedo mirandome a los ojos, se apartó y se fue.
-Hasta mañana- conteste en susurros cuando ya se habia ido. Definitivamente era un angel conmigo.

domingo, 17 de abril de 2011

Uno.




Sumida en lo mas profundo de mi escondite, pensando, en aquel momento, aquel momento en el que me lo encontre, con ella. Estaban sentados en el banco de enfrente de la pasteleria, juntos, riendo y hablando. Felices hasta que me vieron, entonces se quedaron callados, hablando en susurros entre ellos. Se acercaron a saludarme, por cumplir, se suponia que eran mis amigos.
- Hola Sam! - me dijo el con una leve sonrisa de incomodidad.
- Hola! - conteste como si fuera la persona mas amable del mundo.
- ¿Donde vas?
- Eh pues he quedado con Penny para ir al cine. - Se miraron.
- ¿Que pelicula vais a ver? - me preguntaron como si eso les interesase.
- Pues no sabemos todavia, alli miraremos la cartelera. Eh bueno adios que ya llego tarde, hasta luego! - me despedí amablemente agitando la mano.
- Adios! - gritaron al unísono.

En efecto, era la primera vez que me los encontraba juntos, a los dos. Lo habia conseguido, habia conseguido no romperme alli mismo, la verdad, pensaba que me iba a ser mas dificil, pero me resulto bastante facil. Traicionada, por una de mis mejores amigas. Si, todo siempre ocurre por una persona que nos atrae a las dos. Yo confiaba en ella, le contaba todo, todo lo importante para mi. Incluso note cierta atraccion entre ellos dos, ella me lo negaba siempre, me habia estado engañando. Si seria la primera vez no me doleria tanto, pero le di otra oportunidad, otra más, t confié ciegamente en ella, en mi amiga, pero por lo visto, no soy lo suficientemente buena para ella, o lo más seguro, ella no lo es para mi.